Custodia y traslado de urnas (secuestro)
1. Como primera medida sacar a los custodios naturales como lo fueron las FFAA para preservar la imagen de quién es su Comandante en Jefe – Presidente de la República – y reemplazarlas por Gendarmería que depende del Ministro del Interior, si algo falla se cambia el Ministro.
Autoridades de Mesa
1. En base al manejo y conocimiento de los padrones, se designarían presidente y suplente a elementos adictos y proporcionados por los “punteros”
2. En las mesas que no se puedan cubrir con partidarios propios, se designarán a personas inexistentes o por “error” que hayan fallecido recientemente.
3. Si la localidad es muy chica – todos se conocen – simplemente no se les manda la notificación, pero se tiene preparado un votante de primera hora que se “obliga” a desempeñarse como presidente de mesa y por casualidad es uno del propio partido. Esta modalidad se usó mucho en el 2007 dando un gran resultado en el cambio de planillas al final.
4. La documentación final, la que se debe colocar dentro de la urna, se prepara con un juego por duplicado que se utiliza según se les informa a los que controlan los comicios, es decir el jefe de área partidario, para cambiarla por la original en la urna si los resultados son adversos.
5. En las mesas donde los fiscales de la oposición son varios y es muy difícil realizar cambios, se deja el punto 4º como última opción.
Boletas y cuarto oscuro
1. No enviar las boletas de los principales opositores a un 10% de mesas de un distrito es una práctica común.
2. Sustraer las boletas o mezclarlas con otras también es común y frecuente.
3. No es frecuente pero se han dado casos de boletas que fueron sustituidas por otras con nombres parecidos y en algunos casos totalmente distintos en las listas de Senadores, Diputados, Concejales, etc. para luego ser impugnadas.
Padrones y DNI falsos
Esta modalidad de fraude solo es aplicable en las grandes ciudades donde es muy difícil que se reconozca en la mesa a todo aquel que va a votar. Consiste en la inclusión de ciudadanos empadronados que no existen. Generalmente corresponde a personas ya fallecidas de otra provincia para mayor seguridad.
1. Se extiende un DNI falso perteneciente a un empadronado inexistente, con el que vota sin pr-blemas uno de sus “militantes”.
2. Esta modalidad se repite en varias mesas de cada una de las localidades en que los incluyeron.
3. Cada “militante” tiene hasta 10 identidades diferentes y son transportados hasta en micros para abarcar mas lugares, llegando a sufragar entre 8000 y 10000 veces entre todos.
Cambio y destrucción de urnas
En Santa Fe, hasta se ha llegado a “sustraer” camiones repletos de urnas las que se tiraron al río Salado – existen testimonios fotográficos – para evitar que se haga el recuento de votos, por lo tanto no se trata de algo ridículo suponer la pérdida y/o sustitución de cientos o miles de urnas.
Si se las puede reemplazar por otras ya preparadas, mejor; pero si no es posible, no hay que hacerse mayores problemas, se cargan al sistema informático las planillas fraguadas y se da cualquier explicación, hasta se puede tener preparado unos “culpables” que previo pago de una suculenta suma serán “descubiertos y procesados”.
En definitiva se hacen desaparecer las pruebas o se sustituyen por otras.
Cómputos y verificaciones
Las elecciones provinciales – para Gobernador – en Santa Fé fueron ejemplares, un control estricto, el gobierno proporcionó todos los datos del escrutinio, mesa por mesa en cada localidad, algo realmente insólito después de años de distintos fraudes.
Luego vinieron las presidenciales y cuando quisimos consultar como en la elección anterior, no pudimos hacerlo, ni por ciudad. La información proporcionada por el Ministerio del Interior abarcaba a departamentos, imposible saber que había pasado en una ciudad determinada y muchísimo menos de una mesa determinada.
El ministro Fernández realizó un excelente trabajo de ocultamiento y manipulación de datos, a tal punto que le sumó varios cientos de miles (algunos calculan 1,5 millones) de votos “fantasmas” a la Sra. Fernández de Kirchner.
Un dato curioso, en la ciudad santafesina de Avellaneda, el radicalismo siempre ganó por paliza las elecciones, ni el propio Perón pudo ganarles.
El actual intendente está desde hace 17 años y siempre ganó por el 75 u 80 % de los votos. En la última elección presidencial del 2007 el FPV aparece con el 82% de los votos (¿?), fue una risa y como no afectaba a la ciudad se festejó el “Fraude K”.
Fiscales partidarios
Los fiscales son absolutamente necesarios en todas las mesas, si en una falta seguramente hasta los votos en blanco pasarán a la lista contraria en el mejor de los casos. Todos conocen el “vuelco del padrón” que consiste en hacer votar a todos los empadronados hayan o no ido a votar.
Boletas y sobres marcados
Una práctica común es marcar los votos de antemano y entregarlos a los votantes a los cuales se les “compra el voto”, el puntero político les avisa que no deben cambiarlo porque está marcado, y si no aparece le sacan el “Plan Trabajar, Jefes de Hogar, Estudio, etc. etc.”, no les dan los zapatos o zapa-tillas restantes, no les entregan los bolsones de alimentos y todo eso que se ha incorporado a los “co-micios libres en democracia” que tanto les gusta repetir a los oradores.
1. Los marcan de tal forma que pase desapercibida la marca, un tilde, una coma, un punto, una manchita de tinta, etc. casi siempre en el final del nombre de algún candidato.
2. En algunos lugares con mayores disponibilidades económicas, se han confeccionado boletas similares a las que entregan en la mesa, pero con alguna modificación no sustancial en deter-minado lugar, que para aquel que no sabe es muy difícil detectar.
3. Los sobres que se firman al entregarlos permite que el fiscal del partido que haga fraude, controle en el recuento si los “marcados” se usaron y por quienes, solo con cambiar la posición y hasta una modificación imperceptible de su firma.
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